Y llegó. El partido padres-hijos se celebró con todo un éxito de participación. Los padres sufrieron ligeramente más que los hijos, que en ningún momento dieron síntomas de agotamiento (¿por qué será...?). Podemos decir que fue un encuentro limpio, con un arbitraje "igualado", cuyo resultado en tantos no va a poderse reflejar por extravío del acta reglamentaria. ¡ Qué le vamos a hacer ! La gente no paró de reir, por lo que hubo varios atragantamientos fortuitos que se solucionaron con rapidez.
Acto seguido nos reunimos para degustar las exquisiteces caseras de los sufridos padres, empanada oficial incluida, y así seguimos hasta bien entrada la tarde, cuando decidimos dejar de comer para empezar a merendar.
Desde la sección os agradecemos a todos vuestra participación, esperando como siempre que la próxima reunión sea, si cabe, mejor que la anterior. GRACIAS!!!
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