Un año más la temporada toca a su fin, dejando a su paso un millar de experiencias nuevas. Ha sido un año de duro trabajo, pero hemos conseguido algo muy importante: que nuestra cantera se vea aumentada en casi el doble de deportistas que al comienzo.
Desde mi humilde posición detrás de las líneas de este blog, GRACIAS.
A todos los que habéis colaborado mes tras mes animando a vuestros hijos en los partidos, a veces incluso doblando competiciones.
A los que habéis sabido aplaudir una derrota como si fuera una victoria, porque detrás está el sacrificio de chicos a los que les cuesta mucho compaginar deporte con estudios o trabajos.
Padres y madres que han compartido con sus hijos momentos que difícilmente olvidarán, porque el sabor dulce de las victorias conseguidas queda para siempre en la memoria, relegando al olvido el gusto amargo de las derrotas.
Gracias a los que habéis sabido mantener vivo el equipo, desde absolutos hasta benjamines, si algo me llena de orgullo es ver que el waterpolo borra la edad, sólo existe un balón amarillo y muchos amigos.
Y a los que han conducido esto durante todo el año, Edurne, José Juan y Víctor, estupenda labor.
Nada habría sido posible sin la colaboración incondicional de padres y madres, que desde la “oficina” han estado horas pensando… mientras Alberto construia nuevas porterias.
MIL GRACIAS A TODOS. Ahora nos toca descansar y reponer fuerzas para encontrarnos de nuevo en Septiembre dispuestos a continuar.
Feliz verano.
Desde mi humilde posición detrás de las líneas de este blog, GRACIAS.
A todos los que habéis colaborado mes tras mes animando a vuestros hijos en los partidos, a veces incluso doblando competiciones.
A los que habéis sabido aplaudir una derrota como si fuera una victoria, porque detrás está el sacrificio de chicos a los que les cuesta mucho compaginar deporte con estudios o trabajos.
Padres y madres que han compartido con sus hijos momentos que difícilmente olvidarán, porque el sabor dulce de las victorias conseguidas queda para siempre en la memoria, relegando al olvido el gusto amargo de las derrotas.
Gracias a los que habéis sabido mantener vivo el equipo, desde absolutos hasta benjamines, si algo me llena de orgullo es ver que el waterpolo borra la edad, sólo existe un balón amarillo y muchos amigos.
Y a los que han conducido esto durante todo el año, Edurne, José Juan y Víctor, estupenda labor.
Nada habría sido posible sin la colaboración incondicional de padres y madres, que desde la “oficina” han estado horas pensando… mientras Alberto construia nuevas porterias.
MIL GRACIAS A TODOS. Ahora nos toca descansar y reponer fuerzas para encontrarnos de nuevo en Septiembre dispuestos a continuar.
Feliz verano.
